Tal vez muchos no lo recuerden o tal vez ni si quiera lo tengan presente, pero el nombre de Hatem Ben Arfa, encarnó la figura de un talento deslumbrante cuyo potencial, por diversas circunstancias, no se tradujo en una carrera consistentemente, ni estelar. Lejos de ser un jugador más, el francés poseía una calidad futbolística excepcional, catalogado por muchos como una auténtica joya.
Hatem Ben Arfa nacido en Clamart, Francia el 7 de marzo de 1987 es un ex futbolista que tenía todas las condiciones para marcar una época con su potencial. Pero su falta de regularidad no dejaron que brillara con todo su esplendor, simplemente con chispazos de una calidad exquisita, nos tuvimos que conformar los aficionados del futbol.
Hatem Ben Arfa era un jugador ofensivo con una gran habilidad técnica y creatividad. Su juego se caracterizaba por:
- Regate Excepcional: Era conocido por su dribbling electrizante, capaz de superar defensores con cambios de ritmo, amagues y movimientos impredecibles. Tenía la capacidad de llevar el balón pegado al pie y de cambiar de dirección con facilidad, lo que lo convertía en una pesadilla para las defensas en el uno contra uno.
- Movilidad y Fluidez: Aunque prefería jugar como media punta o extremo, tenía libertad para moverse por el frente de ataque. Buscaba los espacios entre líneas y a menudo se ofrecía como receptor para iniciar jugadas o romper defensas con conducciones.
- Visión y Pase: Poseía una buena visión de juego y era capaz de realizar pases filtrados para dejar a sus compañeros en posiciones de gol. Aunque el regate era su fuerte, también tenía la capacidad de conectar con el juego colectivo a través de pases precisos.
- Disparo de Larga Distancia: No dudaba en probar suerte desde fuera del área, con un potente y preciso disparo.
- Juego de Espaldas: A pesar de no ser un delantero centro tradicional, podía retener el balón y protegerlo gracias a su físico y técnica, permitiendo la llegada de sus compañeros.
En cuanto a su movimiento en el campo:
- Tendía a recibir el balón al pie, buscando encarar a los defensores.
- Se ofrecía en zonas intermedias para participar en la creación de juego.
- En banda, buscaba el desborde para centrar o para ingresar al área con el balón controlado.
- Aunque no era su principal característica, realizaba desmarques para ofrecerse como opción de pase, aunque a veces su disciplina táctica en este aspecto era cuestionada.
SUS INICIOS
En su etapa inicial en el Olympique Lyonnais (2002-2008), Ben Arfa exhibió destellos de magia y una técnica depurada que en ciertos momentos, llegó a eclipsar incluso a su compañero Karim Benzema, otra promesa brillante que asomaba del fútbol francés. Con el Lyon, cosechó importantes títulos, incluyendo cuatro Ligue 1 consecutivas (2004-2008) y la Copa de Francia en 2008.
Hatem Ben Arfa emergió como una de las figuras más prometedoras del fútbol francés a principios de la década de 2000, compartiendo el protagonismo en aquella talentosa selección Sub-17 que se alzó con el Campeonato Europeo de 2004 frente a España, junto a otros nombres que también generarían grandes expectativas como el ya mencionado Karim Benzema y Samir Nasri.
A pesar de su prometedor inicio, las decisiones personales marcaron su trayectoria. Tras ganar la Eurocopa Sub-17, en 2008 protagonizó su primer gran suceso, una transferencia polémica al unirse al Olympique de Marseille, el acérrimo rival del Lyon, algo que para la afición fue tomado como una total traición. En Marsella (2008-2010), continuó mostrando su calidad y contribuyo para la conquista de otra Ligue 1 (2009-2010) y tres Trophée des Champions (2010, 2011), aunque sin alcanzar la consistencia de una superestrella.
SU PASO POR LA PREMIER
En 2010, Ben Arfa probó suerte en la Premier League con el Newcastle United como cedido, un equipo que volvía a la Premier League tras su pasaje por la EFL Championship. Su impacto inicial fue tal, que rápidamente Newcastle se hizo con los servicios de la joya francesa de manera definitiva. En Newcastle (2010-2014), dejó momentos de brillantez individual, con goles espectaculares que evidenciaban su talento único, convirtiéndose en el jugador favorito de la afición.
Sin embargo, su paso por Inglaterra también se caracterizó por su gran irregularidad y falta de consistencia en su juego. Fue así que en la temporada 2014-2015 fue cedido al Hull City, en búsqueda de recuperar el nivel de juego que lo hizo brillar. Pero esto no ocurrió, su contrato con Newcastle se acabó y termino como jugador libre. Increíblemente uno de los jugadores de mayor talento y potencial no tenía equipo.
SU REGRESO A FRANCIA
Ben Arfa sin equipo volvió a Francia y tuvo un resurgimiento notable en el OGC Nice durante la temporada 2015-2016, donde anotó 17 goles en la Ligue 1, recuperando parte del brillo que se le había apagado.
Este rendimiento le abrió las puertas del Paris Saint-Germain en 2016, en los albores del ambicioso proyecto del club parisino. El equipo parisino confiaba aun la calidad de Ben Arfa para dar ese salto de calidad a su ambicioso proyecto. Sin embargo, su etapa en el PSG (2016-2018), a pesar de la obtención de varios títulos nacionales como dos Ligue 1 (2016-2018), dos Copas de Francia (2017, 2018) y dos Copas de la Liga (2017, 2018), terminó envuelta en controversia y sin la continuidad esperada.
En las últimas etapas de su carrera futbolística, Ben Arfa vistió las camisetas del Stade Rennais (ganando la Copa de Francia en 2019), el Real Valladolid en España, el Girondins de Bordeaux y, finalmente, el Lille OSC en 2022, antes de decidir poner fin a su trayectoria en el fútbol profesional.
A nivel de selecciones, Ben Arfa fue internacional con Francia en 15 ocasiones, marcando 2 goles, y fue una pieza clave en la selección Sub-17 que se coronó campeona de la Eurocopa de la categoría en 2004.
EL PADEL: SU NUEVA PASION
Tras su adiós al fútbol, Ben Arfa encontró una nueva pasión en el pádel, este deporte de raqueta, dinámico y disputado en una cancha cerrada con paredes, capturó su interés durante la pandemia de COVID-19 mientras se encontraba en Italia, donde curiosamente impartía clases de inglés. Fue allí donde conoció a Valentina y Massimo, un exjugador de la Serie C italiana, quienes lo introdujeron al mundo del pádel.
Sorprendentemente, Ben Arfa ha demostrado un talento considerable en esta nueva disciplina. Actualmente, se sitúa en el puesto 1278 del ranking profesional francés de pádel, un logro notable considerando su reciente incursión en este deporte. Con una dedicación que, según los informes, incluye la participación en casi dos torneos por semana, existe la expectativa de que, si mantiene la consistencia que a veces le faltó en su carrera futbolística, podría ascender significativamente en la clasificación. De hecho, se especuló con la posibilidad de que alcanzara los puestos más altos del ranking francés para marzo de 2024, aunque su progreso real en ese momento específico requeriría una verificación actualizada.
Ben Arfa fue un jugador que encandilo con su luz y tenía todo para sellar su nombre en la historia más rica del futbol. Pero sus malas decisiones, su inconsistencia y regularidad no le permitieron explotar todo su potencial en el deporte rey.
